El nivel de temperatura en las habitaciones a menudo se denomina simplemente temperatura, y en el caso de recomendaciones de temperaturas óptimas, por ejemplo, sigue siendo vago si es la temperatura del aire o la temperatura ambiente mucho más significativa. Hasta el día de hoy, los dispositivos técnicos para controlar el aire en la habitación se enfocan principalmente en un lado de la temperatura del aire.
La temperatura del aire (también llamada temperatura del aire ambiente) está claramente definida y es fácil de medir: con la ayuda de un termómetro, por ejemplo, muestra la temperatura del aire en la habitación porque la sustancia en el tubo (por ejemplo, alcohol o galio) se expande cuando está caliente. Para lograr resultados sólidos, la ubicación es crucial: idealmente, el termómetro está a aproximadamente un metro del piso y no se ve afectado por el calor directo del sol o por dispositivos como una PC.
Sin embargo, el significado de la temperatura del aire es limitado. Por lo tanto, la llamada temperatura ambiente incluye más factores que pueden afectar la temperatura en una habitación. La base es la temperatura del aire local, pero la medición también incluye la radiación térmica de los dispositivos y sistemas de calefacción, así como la temperatura de radiación de las superficies circundantes (pared, techo, ventana).
Las ventanas son un factor de influencia importante aquí porque la mayor parte del calor ingresa a la habitación a través de las ventanas o, en consecuencia, se pierde. El calor radiante penetrante, por ejemplo, de los rayos del sol, solo aumenta indirectamente la temperatura del aire: en lugar de calentar el aire en la habitación, los rayos del sol calientan las superficies circundantes u otros cuerpos que encuentran. Cuando hace mucho frío afuera y el sol no brilla, casi no penetra radiación de calor desde allí. Si la persona se sienta cerca de una ventana, siente frío.
Por cierto: los seres humanos producen calor radiante. Incluso en el estado de reposo, se emiten de 70 a 90 vatios de calor corporal (tasa metabólica basal). Entre 110 y 130 vatios para trabajo de oficina, 400 a 500 vatios para ciclos rápidos. Si bien la temperatura central del cuerpo humano es constante a 37 grados, la temperatura óptima de la piel es de 27 a 32 grados Celsius.
La temperatura ambiente y el factor bienestar: comodidad
Las conclusiones sobre el bienestar de las personas en la habitación difícilmente pueden extraerse solo de la temperatura del aire. La temperatura ambiente, por otro lado, también incluye la temperatura de radiación de las superficies circundantes, lo que tiene una influencia decisiva en la medida en que el aire ambiente dentro de una habitación se percibe como agradable. Aquí, las propiedades de radiación térmica de las superficies que rodean la habitación (piso, pared, techo, ventana), la velocidad del aire y la humedad relativa son de especial importancia.
Además, factores puramente subjetivos también influyen en la percepción y la sensación de comodidad. Esto incluye la actividad física, la ropa, la edad y la salud de la persona en una habitación.
Para optimizar el bienestar de todas las personas en una habitación, las tecnologías de aire acondicionado se utilizan a menudo en la actualidad. Sin embargo, estos solo generan un flujo de aire caliente o frío que está destinado a influir en la temperatura del aire.