Cuando vuelvas a tus actividades dentro de las oficinas tras el aislamiento, el coronavirus puede no ser la única enfermedad de la que te debas preocupar por contraer.
"Los edificios no están diseñados para ser abandonados por meses (como se cita en Today Online, 2020)" dijo el Dr. Andrew Whelton, profesor asociado de ingeniería civil, ambiental y ecológica en la Universidad de Purdue.
El agua de estos edificios, puede haberse estancado en tuberías o incluso en grifos e inodoros individuales, causando un cúmulo de bacterias que pueden causar problemas de salud a los trabajadores que regresan.
Los empleados y usuarios de hoteles, gimnasios y otro tipo de instalaciones también pueden estar en riesgo.
La mayor preocupación es la "Legionella pneumophila" que puede causar Legionelosis, una condición respiratoria que puede conducir a la muerte a una de cada diez personas infectadas.
Esta bacteria también puede ser aerotransportada gracias a los ductos de ventilación o a los equipos de aire acondicionado que la esparcen por habitaciones o edificios enteros, ya que basta con que los inodoros sean descargados para que las pequeñas partículas de agua contaminada lleguen al aire.
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